La úlcera péptica, también conocida como úlcera gástrica, se trata de una pérdida de la mucosa del estómago. Se encuentra en el tubo digestivo, concretamente en las zonas que quedan expuestas al ácido, afectando principalmente al estómago y al duodeno.
En condiciones normales, el ácido en el estómago es necesario para digerir los alimentos. Además, existe una pared natural que actúa como barrera para proteger a diferentes órganos de dichos ácidos. Sin embargo, cuando la mucosa del estómago se desgasta o erosiona, ocasiona un desequilibrio que puede evolucionar a una úlcera. El dolor es uno de los síntomas más característicos de la úlcera péptica: puede estar localizado en la boca del estómago y suele aparecer unas dos horas después de cada comida. Además, puede ocasionar pesadez, acidez, digestiones más lentas e incluso vómitos. En caso de empeorar y evolucionar, puede ocasionar una hemorragia digestiva, obstrucción o perforación.
En cuanto a las causas, la úlcera péptica puede aparecer por un desequilibrio o inestabilidad entre las fuerzas defensivas del estómago y las fuerzas agresivas, es decir, el ácido. Normalmente, esta anomalía puede producirse por la presencia de un germen, por consumo de determinados fármacos o por influencia de la acción del tabaco.
La úlcera péptica se trata de una enfermedad bastante frecuente, que suele aparecer en desde los 40 a los 55 años. En caso de padecer úlcera péptica, es necesario acudir al médico y realizar un tratamiento específico, acorde a las instrucciones y pautas que cada especialista recomiende.
Hoy en día existen diferentes pruebas diagnósticas con las que prever y evaluar las úlceras pépticas. Sin embargo, la endoscopia digestiva alta o gastroscopia sigue siendo la mejor herramienta con la que detectar dicha alteración del estómago y posibles tratamientos. La endoscopia digestiva alta se realiza mediante la utilización de un endoscopio, un tubo flexible con una cámara incorporada para poder observar el interior del estómago con claridad.
Además, existen diferentes tipos de fármacos con los que conseguir aliviar de manera eficaz los síntomas que la úlcera puede ocasionar. También existen otros tipos de medicamentos que favorecen la cicatrización de dicha herida. Los antibióticos también pueden eliminar los gérmenes que pueden estar provocando la aparición de la úlcera. Antes de cualquier tratamiento, es importante consultar primero con un médico especialista y realizar las pruebas diagnósticas que sean necesarias.