La Tomografía Axial Computarizada Cerebral es lo que conocemos como TAC cerebral. Una prueba en la que se utilizan rayos X para poder observar con detalle el cerebro. De esta manera, se pueden detectar tanto fracturas en el cráneo después de un accidente, hemorragias, localización de tumores o edemas.
Para realizar esta prueba, el paciente debe acostarse sobre una camilla que le permitirá entrar en el escáner de la Tomografía Axial Computarizada Cerebral. Durante el procedimiento, que suele durar, aproximadamente, unos 20 - 30 minutos, el paciente no debe moverse, ya que esto podría afectar a la calidad de las imágenes.
Hay situaciones en las que puede que se necesite realizar un TAC con contraste para observar mejor los tejidos y estructuras que se van a observar. Sin embargo, hay que aclarar que esto no siempre es necesario, por lo que dependerá de las sospechas que se tengan, así como de la precisión que se requiera en las imágenes que se obtengan.
La Tomografía Axial Computarizada Cerebral es una prueba no invasiva y que, además, permite obtener imágenes rápidas y con gran detalle. Por lo tanto, es un instrumento muy utilizado en el ámbito médico para detectar lesiones, investigar síntomas neurológicos, etc.