El teratoma ovárico es un tipo de tumor que se compone de tejidos embrionarios inmaduros como grasa, músculo, nervios, etc. Suele ser común en mujeres que se encuentran en plena etapa fértil y su crecimiento suele ser lento. En la mayoría de los casos, el teratoma ovárico es benigno, aunque hay algunos que pueden volverse cancerosos. No obstante, estos no son nada frecuentes.
Es importante advertir de que el teratoma ovárico suele ser asintomático, aunque cuando crece puede generar algunos problemas. Por ejemplo, un sangrado vaginal anormal, dolor pélvico, malestar durante las relaciones sexuales que incluyan penetración o, también, infertilidad en algunas situaciones.
Para diagnosticar adecuadamente el teratoma ovárico se debe realizar un examen pélvico y una tomografía computarizada o resonancia magnética. Además, es interesante hacer un análisis de sangre para evaluar los marcadores tumorales que puedan advertir de que el teratoma es maligno en lugar de benigno.
Si el teratoma es benigno y pequeño, el médico puede realizar un seguimiento sin necesidad de realizar ningún tipo de cirugía. Sin embargo, en aquellos casos en los que este crezca o genere síntomas muy molestos, entonces, se puede optar por la extirpación del quiste o del ovario afectado, dependiendo del tamaño del teratoma.