La técnica molecular es un recurso muy útil que se emplea para estudiar y manipular el ADN y el ARN. De esta manera, se puede comprender la estructura, función y evolución de los genes y de las proteínas con el objetivo de diagnosticar enfermedades. Para llevar a cabo esta técnica, se requieren una serie de herramientas.
Por ejemplo, la técnica molecular necesita una previa extracción de los ácidos nucleicos, es decir, del ADN y del ARN, para posteriormente purificarlos, secuenciar y clonar los genes. Para poder llevar todo esto a cabo, una de las herramientas más comunes es la PCR que permite amplificar pequeñas cantidades de ADN. De esta manera, una PCR en técnica molecular ayuda a diagnosticar enfermedades infecciosas y genéticas.
No obstante, también existe otra técnica molecular, la electroforesis. En este caso, lo que se consigue al aplicar este recurso es separar y analizar fragmentos de ADN y ARN. Este es ampliamente utilizado tanto en la investigación científica como médica, y se usa con mucha frecuencia. Sin embargo, hay otras dos técnicas más, la hibridación de ácidos nucleicos y la secuenciación de ADN. Estos funcionan de la siguiente manera:
Por lo tanto, la técnica molecular es una herramienta muy útil que ayuda a entender cómo funcionan los ácidos nucleicos para diagnosticar enfermedades de manera precisa y poder comprender mejor cómo abordarlas de la forma más eficaz posible.
Las técnicas de diagnóstico molecular son empleadas en nuestros tests de genética para conocer el estado de salud de un paciente y su predisposición genética a padecer ciertas enfermedades.