La metabolómica se encarga de investigar y estudiar los b, es decir, esas sustancias útiles para descomponer los alimentos que se ingieren. El objetivo de esta rama de la salud es identificar los metabolitos que hay, como los aminoácidos, ácidos grasos, azúcares, etc., cuantificarlos y analizarlos. Para ello, se usan determinadas herramientas.
Algunos recursos empleados para el estudio de los metabolitos son la espectrometría de masas o la resonancia magnética nuclear que facilitan la detección y cuantificación de los metabolitos. La aplicación de la metabolómica en la salud sirve para:
Por tanto, la metabolómica es clave para poder entender los metabolitos, mejorar el diagnóstico de determinadas enfermedades, avanzar en la investigación de fármacos y mejorar las recomendaciones dietéticas.