La amilasa es una enzima hidrolasa cuya función principal es la de estimular la reacción de hidrólisis que se produce al digerir el almidón y el glucógeno a la hora de desarrollar glucosa y glucosa libre. Además, la amilasa es una de las muchas enzimas sintetizadas y presentes en el páncreas y las glándulas salivares con las que mejorar la digestión de carbohidratos. En el caso del páncreas, y con el objetivo de contribuir a la partición de los carbohidratos, segrega amilasa por el conducto pancreático hacia el duodeno.
De esta forma, cuando una glándula sufre algún tipo de inflamación o lesión, se origina la producción y liberación de grandes cantidades de amilasa hacia la sangre. Como consecuencia, la cantidad de amilasa aumenta y, teniendo en cuenta que debe ser eliminada por vía renal, la concentración de amilasa en la orina también aumenta.
En cuanto a la medición de cantidad de amilasa en orina o en sangre, debe realizarse mediante lo que se conoce como “prueba de amilasa”. Se trata de una prueba diagnóstica con la que, mediante la detección de una cantidad anormal de amilasa en sangre u orina, se puede detectar algún problema o alteración del páncreas, en las glándulas salivales o en el aparato digestivo.