La adenopatía alude al aumento de los ganglios linfáticos debido a su inflamación. Estos ganglios son esenciales para el organismo, ya que lo defienden de infecciones y otras enfermedades. Por eso, ante una infección, como un catarro o gripe, es normal que los ganglios linfáticos se inflamen, puesto que están combatiendo la enfermedad. Esto suele generar varias molestias como dolor.
Los ganglios linfáticos se localizan en el cuello, las axilas, el abdomen y la ingle. Cuando se inflaman se produce lo que conocemos como adenopatía. Los ganglios se vuelven, entonces, palpables. Las razones por las que esto ocurren son:
La mayoría de las veces, la adenopatía no entraña ningún riesgo para la salud y significa que los ganglios linfáticos están respondiendo tal y como se espera para proteger al organismo. Sin embargo, cuando un ganglio no se desinflama con el paso de las semanas, será buena idea poner esto en conocimiento del médico, para que realice las pruebas oportunas que ayuden a detectar lo que está sucediendo.