La enfermedad de Crohn es una de las maneras en las que la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) puede manifestarse. En este caso en particular, aunque generalmente se cree que afecta a los intestinos, lo cierto es que esta afección puede dañar cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano.
Las causas de la enfermedad de Crohn todavía generan muchas dudas, pero se piensa que si hay antecedentes familiares con esta patología, las probabilidades de sufrirla son mayores. Asimismo, también puede estar causada por una reacción anormal del sistema inmunitario que ataca a las células del tracto digestivo de un paciente.
Uno de los consejos que ofrecen los expertos es que ante la más mínima sospecha de tener la enfermedad de Crohn se acuda al médico. Y es que la sintomatología puede pasar desapercibida, sobre todo al principio, o confundirse con otras patologías:
Para determinar si un paciente tiene esta enfermedad, además de realizar pruebas por imágenes y análisis de sangre, será necesario que se someta a una endoscopia. Es una prueba invasiva en la que se introduce un tubo con una cámara por el recto para poder ver cuánto ha podido dañar la enfermedad el tracto gastrointestinal. La enfermedad de Crohn es, también, identificable a través de nuestros estudios de microbiota intestinal básico y microbiota intestinal extendido.
En aquellas situaciones en las que el diagnóstico haya sido temprano, puede que sea suficiente con hacer cambios en la dieta o empezar a tomar una serie de medicamentos pautados por el médico. Sin embargo, en circunstancias más graves se puede requerir la cirugía para eliminar las partes dañadas. Esto puede demandar una ostomía, es decir, un procedimiento por el que se hace una abertura en el abdomen por el que puedan salir las heces cuando el intestino se ha extirpado en su mayoría y no llega hasta el ano.