El granuloma inguinal es una enfermedad de transmisión sexual muy poco común, por eso, muchas personas no saben de su existencia. Al igual que sucede como el herpes, en este caso también se producen úlceras que huelen muy mal en los genitales, el pene, la piel circundante de la vagina en las mujeres y puede que, también, en el ano. La causante suele ser una bacteria, concretamente klebsiella granulomatis.
El motivo por el que apenas se conoce esta enfermedad se debe a que en los países con altos recursos es muy extraña que se diagnostique. Sin embargo, saber de su existencia puede ayudar a detectarla a tiempo para evitar que continúe progresando.
Los síntomas del granuloma inguinal son un nódulo que duele y que crece poco a poco hasta que se rompe y aparece una llaga. Si esta entra en contacto con otras partes del cuerpo, es posible que se infecten, por lo que hay que tener mucho cuidado. Además, su cicatrización puede provocar que se estreche la vagina o la uretra, por ejemplo.
Para diagnosticar el granuloma se observan las lesiones y se realiza un cultivo. El tratamiento consistirá, dado que se trata de una bacteria, en tomar antibióticos durante algunas semanas. Aunque, hay situaciones en las que también habrá que extirpar las lesiones que han generado algún daño en los tejidos circundantes.
La mejor manera de prevenir el granuloma inguinal es el uso de preservativos, así como limitar el número de parejas sexuales. También, es importante buscar un tratamiento temprano para la enfermedad, puesto que hay situaciones en las que la bacteria puede llegar al torrente sanguíneo, causando otras dificultades.