Los disacáridos son azúcares simples que están presentes en nuestra dieta diaria. Están constituidos por 2 monosacáridos y una de sus características es que son dulces. Además, cobran una especial relevancia en la alimentación, puesto que son una fuente de energía para el organismo. Por eso, se encuentran en una gran variedad de alimentos.
Algunos productos que contienen disacáridos son la leche, granos, zanahorias, piña, entre otras frutas y verduras. En el momento en el que una persona consume estos alimentos, los disacáridos se descomponen en monosacáridos. Esto debe ocurrir así para que el cuerpo pueda absorberlos adecuadamente.
Los disacáridos pueden dividirse en 3 tipos:
A pesar de que los disacáridos se encuentran en una gran variedad de alimentos de manera natural, conviene tener precaución con consumirlos en exceso. Y es que un gran aporte de azúcares en el organismo puede favorecer el aumento de peso y que, con el tiempo, haya más riesgo de sufrir ciertas enfermedades como la diabetes.
Esto no quiere decir que en la dieta haya que eliminar todos los disacáridos posibles, sino que hay que nutrirse adecuadamente, priorizando las frutas, verduras y pescado, y dejando para momentos muy puntuales aquellos alimentos menos saludables: como las barritas de cereales, los postres y otros productos que son ultraprocesados.