Un dermatofibroma, o histiocitoma fibroso benigno, es una lesión cutánea no maligna que se desarrolla en la piel, concretamente en la dermis. Las causas por las que aparece no están claras, pero lo que sí se sabe es que no compromete la salud del paciente. Se cree que el dermatofibroma puede aparecer debido a una lesión, picadura de insecto o una respuesta del sistema inmunológico. Algunos de los síntomas para poder detectarlo son:
Algunos dermatofibromas parecen heridas o lunares, cuando en realidad se trata de otro tipo de lesión. Aunque es benigno, conviene acudir al dermatólogo para que lo analice y pueda verificar que, realmente, se trata de un dermatofibroma. Además, ante cualquier cambio en su apariencia, conviene comentar esto con el especialista.
Aunque los dermatofibromas no molestan, pueden afectar estéticamente a los pacientes. En estos casos, existe la opción de extirparlos quirúrgicamente utilizando métodos como la crioterapia o el láser que apenas dejen ninguna marca.