La cromatografía en el ámbito de la medicina es una técnica muy empleada tanto en análisis de sangre, análisis de orina o la realización de otras pruebas. Lo que se hace gracias a ella es separar dos o más compuestos químicos para detectar algún problema de salud. Por ejemplo, la cromatografía en un análisis de orina permite identificar la presencia de sangre o de otros elementos que puedan alertar de que haya una infección en curso.
Esta técnica también es interesante en la industria farmacéutica, para poder fabricar medicamentos totalmente seguros para la salud. Al poder separar los compuestos con los que se han fabricado, es posible eliminar impurezas y obtener mejores resultados.
Existen varios tipos de cromatografía. Estos son algunos de ellos:
La cromatografía es, por tanto, una técnica esencial para separar los componentes de una muestra, identificarlos adecuadamente, cuantificarlos y estudiarlos. Gracias a los distintos tipos existentes, se pueden separar elementos de diferentes tamaños y masas.
En definitiva, la cromatografía es una prueba versátil, útil y que se utiliza en análisis rutinarios, como en los de sangre o de orina, pero también en la industria farmacéutica, para poder analizar los componentes de un medicamento y estudiarlo mejor.