La Covid-19 es una enfermedad infecciosa causada por un determinado virus de la familia de los coronavirus y que comenzó en diciembre de 2019, en Wuhan, China. Su origen léxico proviene de la palabra coronavirus, junto a la “d” que hace referencia a la palabra “disease” (enfermedad en inglés) y al número 19 que marca el año en el que comenzó a ser detectado en personas.
Los síntomas y la gravedad de la enfermedad provocada por la covid-19 varían dependiendo de cada persona y de otros factores no relacionados con la salud, genética o características de cada infectado. La mayoría de personas contagiadas por dicho virus experimentan síntomas leves o de intensidad moderada. Sin embargo, en otros casos, la enfermedad COVID-19 ha provocado graves problemas de salud a personas que la han padecido, llegando a presentar problemas respiratorios, hospitalización, cuidados intensivos e incluso la muerte.
El virus que hoy en día conocemos como coronavirus es el tipo 2 del síndrome respiratorio agudo grave, también conocido como SARS-CoV-2 que en marzo de 2020 fue declarado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Como hemos comentado con anterioridad, los síntomas de la Covid-19 varían dependiendo de cada persona infectada. Además, los primeros síntomas pueden aparecer varios días después de la exposición de la persona al virus. Algunos de los signos y síntomas más habituales son la fiebre, la tos seca, el cansancio y la pérdida de gusto o de olfato. En casos más graves, también puede aparecer dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, diarrea, dolor de pecho, escalofríos o dificultad a la hora de respirar.
Es necesario tener en cuenta que la gravedad de los síntomas de la covid-19 varía dependiendo de varios motivos o factores.