Coronavirus es una palabra hace referencia a una familia de virus que tienen la capacidad de transmitirse ràpidamente (entre animales, de animales a personas y entre personas) y que pueden provocar infecciones respiratorias de diferente gravedad y otras sintomatologías que varían dependiendo del tipo de coronavirus en cuestión.
La popularidad de esta familia de virus comenzó en 2019 con la pandemia que se produjo a nivel mundial a consecuencia de un nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2 o Covid-19. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tuvo constancia de la existencia de este nuevo virus por primera vez el 31 de diciembre de 2019, tras conocer la infección de un grupo de casos de «neumonía vírica» que se habían declarado en Wuhan (República Popular China).
El virus se transmite generalmente de persona a persona a través de las pequeñas gotas de saliva, conocidas como microgotas de Flügge, que se emiten al hablar, estornudar, toser o respirar. También está documentada la transmisión por aerosoles.
Se difunde principalmente cuando las personas están en contacto cercano, pero también se puede difundir al tocar una superficie contaminada y luego llevar las manos contaminadas a la cara o las mucosas. Su período de incubación suele ser de cinco días, pero puede variar de dos a catorce días.
Los síntomas más habituales de la COVID-19 son: fiebre, tos seca y cansancio. Otros síntomas menos frecuentes y que pueden afectan a algunos pacientes son: pérdida del gusto o el olfato, congestión nasal, conjuntivitis (enrojecimiento ocular), dolor de garganta, dolor de cabeza, dolores musculares o articulares, diferentes tipos de erupciones cutáneas, náuseas o vómitos, diarrea, escalofríos y vértigos.
La mayoría de las personas que tienen síntomas (alrededor del 80%) se recuperan de la enfermedad sin necesidad de recibir tratamiento hospitalario. Alrededor del 15% desarrollan una enfermedad grave y requieren oxígeno y el 5% llegan a un estado crítico y precisan cuidados intensivos.
Un cuadro médico grave a consecuencia del Covid-19 puede presentar síntomas como confusión, pérdida de apetito, disnea, dolor, fiebre alta o presión fuerte en el pecho que dificulta la respiración.
Hay ciertas complicaciones que pueden llevar a la muerte, entre las que se encuentran la insuficiencia respiratoria, el síndrome de dificultad respiratoria aguda, la septicemia y el choque septicémico, la tromboembolia y/o la insuficiencia multiorgánica, incluidas las lesiones cardíacas, hepáticas y renales.