La colonoscopia es una prueba que ayuda a examinar el interior del colon. Para poder hacerla se usa un colonoscopio, que es un instrumento delgado, largo, con forma de tubo, y flexible. En su extremo tiene una cámara que es la que le va a permitir al médico que lleve a cabo esta técnica observar lo que ocurre dentro del colon.
Cuando un paciente se somete a una colonoscopia, el colonoscopio llegará a todas las partes del colon para que el médico pueda ver en una pantalla todo aquello que la cámara le permite. Generalmente, esta prueba tiene una duración de una media hora, aunque en algunos casos puede durar más dependiendo de lo que se vaya descubriendo.
El objetivo de la colonoscopia es detectar afecciones que suele presentar el colon. Estas pueden ser pólipos, tumores, úlceras, inflamación, etc. Asimismo, este procedimiento ayuda a realizar biopsias y, también, extirpar los pólipos que se puedan encontrar —estos pueden ser benignos o malignos— para su posterior estudio y análisis en laboratorio.
Conviene aclarar que este es un procedimiento invasivo que suele generar malestar en los pacientes, incomodidad e incluso dolor. Es por esta razón por la que en todas las colonoscopias se aplica un sedante para que la persona esté tranquila y no sienta nada. Hay ocasiones en las que hay que recurrir a la anestesia, sobre todo, en casos de ansiedad.
Antes de someterse a esta prueba, el paciente debe prepararse el día anterior vaciando sus intestinos y llevando una dieta especial con líquidos claros. Será el médico el que le proporcione algún tipo de laxante que permita liberar el colon para que en el momento de realizar la colonoscopia se pueda observar el colon sin ninguna dificultad.
Después del procedimiento, el paciente se mantiene en observación hasta que los efectos del sedante desaparecen. Es importante saber que puede aparecer dolor abdominal, distensión o calambres. No obstante, estos tienen una duración muy corta y puede haber pacientes que no noten nada tras el procedimiento.
La colonoscopia es un método efectivo para detectar determinadas enfermedades que afectan al colon, incluso el cáncer, y se recomienda a los mayores de 50 años. No obstante, esta prueba puede realizarse antes en el caso de que haya antecedentes familiares o sospechas de un intestino irritable o enfermedad de Crohn. Si usted cree que tiene riesgo hereditario de padecer esta enfermedad, también puede recurrir a nuestro test de predisposición genética al cáncer colorrectal.