La centrifugación es una técnica que se utiliza en laboratorios para poder separar los componentes de una muestra. Para ello se aplica la fuerza centrífuga con el objetivo de acelerar la separación de la mezcla de las partículas según su densidad o tamaño. Esto permite analizarlas posteriormente de una mejor forma.
Para poder realizar la centrifugación de muestras se deben llevar a cabo estos pasos:
Una vez que ya se han llevado a cabo todos estos pasos de la centrifugación de muestras, se va a retirar el rotor de la centrífuga y, después, el tubo para recoger el resultado. Este estará en su estado óptimo para poder analizarlo en el laboratorio.
Las ventajas de utilizar la centrifugación de muestras es que el tiempo de separación de las muestras es bastante corto. También, destaca la versatilidad de poder utilizar la máquina para la centrifugación para una gran variedad de opciones que se necesitan en un laboratorio: obtener sólidos, concentrar muestras, etc.
En definitiva, la centrifugación de muestras es una técnica eficaz, rápida y que permite ahorrar tiempo a los investigadores y profesionales de la medicina.