Una ascitis es una acumulación de líquido en el abdomen. A este se le conoce como líquido ascítico y lo produce el peritoneo, pero en cantidades normales. Cuando estas se superan, aparece la ascitis, que provoca una serie de síntomas, y cuyas causas deben identificarse porque suele tratarse de enfermedades graves.
Las causas de la ascitis suelen estar relacionados con infecciones crónicas o cirrosis, pero también con diferentes tipos de cáncer —como el cáncer de estómago—, insuficiencia cardíaca congestiva o pancreatitis. Cuando un paciente con cáncer presenta ascitis, se denomina a esta acumulación de líquido “ascitis maligna”.
Los síntomas que presenta una persona con ascitis son los siguientes:
La ascitis también genera una sensación de malestar general, así como náuseas y pérdida de apetito que pueden afectar a la calidad de vida del paciente. Conviene realizar pruebas, como una ecografía o tomografía computarizada, para evitar diagnosticar una distensión abdominal derivada de una acumulación de gases. De esta manera, se podrá saber qué es lo que le ocurre al paciente, lo antes posible, para poder tratarlo sin demora.
El tratamiento de la ascitis requiere de abordar el problema que está causando esta acumulación de líquido en el abdomen, así como drenar dicho líquido para aliviar los síntomas que está padeciendo el paciente.