Los anticuerpos antireticulina se detectan en un alto porcentaje de pacientes que sufren la enfermedad celíaca. Un diagnóstico temprano permite reducir el riesgo de daño en el intestino delgado que puede alterar la absorción de vitaminas, minerales y otros nutrientes que se obtienen de los alimentos.
Las pruebas que se suelen realizar para comprobar si un paciente sufre de una enfermedad celíaca o no son la de anticuerpos antiendomisio. Sin embargo, cuando los resultados no son concluyentes, hay una malabsorción y malnutrición, y se busca una mayor concreción de estos, también se puede realizar la prueba de detección de anticuerpos antireticulina.
Su sensibilidad es de aproximadamente un 60 % que está por debajo de la prueba de anticuerpos antiendomisio, que se acerca casi al 100 %. Es por esto por lo que se suele prescindir de esta prueba de anticuerpos en la gran mayoría de las ocasiones, aunque realizarla es interesante para la detección de otras enfermedades que pueden tener relación o no con la enfermedad celíaca. Si sospecha de padecer de alguna de las que apuntamos a continuación u otra, también puede realizarse un estudio de microbiota intestinal básico. Algunas de ellas son:
Para someterse a este tipo de prueba se recomienda a los pacientes realizar un ayuno de 8 horas para que los resultados puedan ser lo más fiable posible. Esta se llevará a cabo a través de un análisis de sangre y unos valores muy por encima de lo normal alertarán de que hay una enfermedad presente que conviene tratar.