Un antiinflamatorio es un fármaco que contribuye a reducir la inflamación en el cuerpo. Algunos ejemplos pueden ser una lesión que se produce en un brazo y que provoca que este aumente de tamaño o la migraña, un dolor de cabeza intenso que genera una inflamación en los vasos sanguíneos del cerebro. El anti inflamatorio no solo reducirá la inflamación, sino que también calmará el dolor, promoviendo el bienestar del paciente.
Los anti inflamatorios que nos podemos encontrar en las farmacias son de dos tipos:
Es importante resaltar que los antiinflamatorios proporcionan un alivio puntual y que, una vez su efecto desaparece, la sintomatología volverá. Esto es vital tenerlo en consideración, sobre todo en aquellos casos en los que se tiene una inflamación crónica, como puede ser en un diagnóstico de artritis o colitis.
Además, no es positivo consumirlos sin recomendación médica, puesto que tienen efectos secundarios si se toman indiscriminadamente (como los AINE con el estómago vacío) que pueden afectar a la salud. Así, se minimizarán sus riesgos y se aprovecharán mejor todas sus propiedades beneficiosas para la reducción de la inflamación.