La vulvitis es una inflamación que afecta a la vulva y que genera unos síntomas bastante molestos. Las causas suelen ser diversas, desde el uso de elementos irritantes (como desodorantes para la zona íntima), como Infecciones de Transmisión Sexual, cuyo contagio se produce por no utilizar preservativo. Este es el único método (además de las barreras bucales) para prevenir cualquier contagio de ITS o ETS.
Los síntomas asociados a la vulvitis son los siguientes:
La presencia de todos estos síntomas requiere de la atención temprana de un médico que, además de un examen físico, realizará otras pruebas para identificar posibles infecciones. Para ello, se recurrirá a un exudado vaginal para determinar cuál es el agente responsable de la vulvitis y, así, poder ponerle solución cuanto antes.
En el caso de que sea una bacteria la responsable, el tratamiento se realizará con antibióticos. Asimismo, se recomendará el uso de ropa de algodón (que reduce la sensibilidad de la zona íntima y es mucho más agradable) y utilizar ropa holgada que evite la fricción en la vulva que todavía se encuentra inflamada, enrojecida y dolorida.
Utilizar el preservativo durante las relaciones sexuales es la mejor forma de prevenir la vulvitis, aunque también deben evitarse los desodorantes (aunque estén destinados para la zona íntima), evitar las prendas íntimas de licra, y mantener la zona limpia y seca. Si se usan geles específicos para la vulva, se debe comprobar que tienen un pH neutro.