La proctitis es una inflamación que afecta a la parte interior del recto, en otras palabras, a su revestimiento. A pesar de que esto haga sospechar de la enfermedad inflamatoria intestinal o la de Crohn, hay que tener en cuenta que, en ocasiones, algunas Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) también pueden generar síntomas relacionados con la proctitis.
Infecciones como el herpes simple, la clamidia o la gonorrea pueden cursar con una inflamación secundaria en el recto que permita recibir el diagnóstico de proctitis. Los síntomas para poder detectarlas son los siguientes:
La gravedad de la sintomatología varía de un paciente a otro y, también, dependerá de si el diagnóstico se ha realizado de manera temprana o este se recibe de forma tardía. Tras una serie de pruebas que realizará el médico para poder descartar que los síntomas pueden deberse a un cáncer de colon o cualquier otra enfermedad, se iniciará un tratamiento con antibióticos para combatir la bacteria responsable de la proctitis.
Es importante señalar que el uso del preservativo es fundamental para mantener relaciones sexuales seguras y prevenir este tipo de Infecciones de Transmisión Sexual cuyos síntomas pueden ser muy desagradables e impactar, negativamente, en la calidad de vida.