Distanciamiento social

El distanciamiento social es una medida física con la que poder prevenir, controlar, frenar y detener la propagación de una enfermedad o infección que se contagia por el contacto entre personas. El principal objetivo del distanciamiento social, también conocido como distanciamiento personal o físico, es disminuir las oportunidades de contagio entre personas infectadas y no infectadas. De esta manera, aumentando el espacio físico entre personas y reduciendo los momentos de encuentro, se consigue, paulatinamente, minimizar la transmisión de enfermedades.

La eficacia del distanciamiento social suele ser mayor cuando el contagio puede producirse por transmisión aérea o por contacto físico, directo o indirecto. En caso de que la infección se produzca por vectores como insectos, su eficacia puede verse considerablemente reducida. 

Gracias al espacio físico entre personas establecido por el distanciamiento social, las probabilidades de contagio se reducen ya que muchas enfermedades son contagiadas a través de pequeñas partículas que la persona infectada puede expulsar al hablar, respirar, toser o estornudar. 

A medida que la pandemia originada por el covid-19 comenzaba a presentar una mayor virulencia, se fueron implementando en diferentes países varias medidas de control y prevención de contagio entre las que se encontraba el distanciamiento social. Gracias a este espacio físico que se demandaba mantener entre personas (junto a otras medidas preventivas), los contagios comenzaron a descender de manera progresiva.