El viroma hace referencia a toda la gran variedad y diversidad de virus que están presentes en el cuerpo humano. Estos pueden encontrarse tanto en el interior como en el exterior y se dividen entre los que causan infecciones, aquellos que están en un periodo de latencia o los que no presentan ningún síntoma de infección.
Cada ser humano tiene un viroma único e irrepetible, y lo más significativo es que este conjunto de virus cambia de manera constante. Algunos de los elementos que pueden influir en este hecho puede ser la edad, el estilo de vida o incluso la estación del año.
El principal reto del viroma humano tiene relación con estos cambios que experimenta y que provoca que siempre haya nuevos virus que se descubran y que sean un sujeto de estudio. Esto hace que haya que estar alerta sobre sus consecuencias y el último ejemplo claro ha sido la covid-19. Un virus que empezó con una variante y que ha ido sufriendo diferentes mutaciones en un corto plazo de tiempo.
No obstante, no todos los virus generan una reacción por parte del organismo. Por ejemplo, los virus endógenos, que han integrado su genoma en el del humano, pueden permanecer asintomáticos y latentes durante mucho tiempo. Pero, es verdad que hay algunos activadores — que a veces se desconocen— que los pueden acabar reactivando.
Algunos ejemplos de viroma en el ser humano son:
El viroma humano tiene algo en común y es que todo el conjunto de virus que pueden activarse y generar una reacción necesitan de la acción del sistema inmunitario para poder eliminarlos del cuerpo. En la actualidad, todavía no existe ningún fármaco específico que pueda combatir un virus, ya que esto solo es válido en el caso de las bacterias. Para los virus, lo que mejor funciona es la prevención.