Una vacuna es una preparación destinada a generar inmunidad adquirida en el organismo frente a una determinada enfermedad. Una vez la vacuna está en el organismo, ésta provoca una estimulación de la producción de anticuerpos que, posteriormente, actuarán frente a futuras infecciones.
La vacuna se asemeja considerablemente a algunos microorganismos causantes de enfermedades ya que es un medicamento biológico creado a partir de dichos microorganismos o de productos derivados de ellos. Al introducir la vacuna en el cuerpo, el sistema inmunológico lo reconoce como una amenaza, lo destruye y guarda esta información en su registro para poder destruirlo nuevamente si lo vuelve a reconocer.
Es así como, gracias a la vacunación, el sistema inmune puede ser capaz de reconocer un agente infeccioso y destruirlo en caso de que posteriormente afecte al organismo una versión realmente nociva. Por lo tanto, una vacuna es uno de los métodos más eficaces de prevenir enfermedades infecciosas y una forma sencilla de conseguir inmunidad generalizada en la población.
De hecho, a lo largo de la historia las vacunas han contribuido considerablemente en la erradicación de enfermedades graves como la viruela, las paperas, el sarampión, la polio o la rubéola. Con la aparición del virus SARS-CoV-2, la vacunación es en la actualidad una forma esencial y fundamental con la que poder hacer frente a la pandemia en un periodo de medio/largo plazo.
Gracias a la vacunación los riesgos de infección disminuyen y, en caso de contagio, la probabilidad de desarrollar un cuadro clínico grave también son menores. Sin embargo, es necesario ser responsable y no olvidar que la vacunación es un método complementario al resto de medidas preventivas en uso para frenar la transmisión de la Covid-19 (higienización de manos, respeto de distancia social, uso de mascarilla en lugares indicados, etc).
Es importante saber que las vacunas diseñadas para hacer frente a la Covid-19 son seguras, eficaces y nos proporcionan una protección de calidad al ayudar a nuestro organismo a desarrollar inmunidad sin necesidad de tener que contraer la enfermedad. Sin embargo, al igual que sucede con otras vacunas o medicamentos, pueden provocar diferentes efectos secundarios dependiendo de cada persona.
Con el fin de conocer el grado de inmunidad que nos ha proporcionado la vacuna frente al Covid-19, podemos realizarnos un test serológico. Este test nos proporcionará información sobre cuál es el nivel de anticuerpos que tenemos frente a la enfermedad que pueden protegernos de una futura infección.