Un quiste ovárico benigno es una masa llena de líquido que se forma en los ovarios. Como es benigno, no se vuelve en ningún caso un tumor o cáncer, por lo tanto, en aquellos casos en los que no causen molestias se requerirá de un seguimiento para ver su evolución. Es más, algunas mujeres experimentan la desaparición de los quistes por sí solos.
Existen varios tipos de quiste ovárico benigno. Uno de ellos se llama funcional y se debe a cuando el folículo ovárico no se rompe para liberar el óvulo, por lo que empieza a formarse ese quiste. Sin embargo, también hay quistes relacionados con la endometriosis (endometriomas) que suelen aparecer cuando esta enfermedad afecta a los ovarios.
A pesar de que el quiste ovárico benigno no suele cursar con síntomas, hay circunstancias en las que aparece dolor pélvico, sensación de hinchazón en el abdomen o ciclos menstruales irregulares. Conviene realizar un seguimiento de este tipo de quistes, ya que algunos pueden evolucionar y crecer, favoreciendo a que esta sintomatología aparezca.
El diagnóstico del quiste ovárico benigno se suele realizar en las revisiones rutinarias del servicio de ginecología. En el caso de que acabe generando problemas, los médicos pueden recomendar su extirpación. No obstante, como mencionamos, hay circunstancias en las que estos quistes pueden desaparecer por sí solos, de manera espontánea.