En lo que respecta a la genética, un portador es la persona que cuenta con una variante genómica asociada a un determinado rasgo o enfermedad y que no presenta síntomas de ello. El portador, por lo tanto, ha heredado la variante alélica (genómica) por un progenitor y un alelo “normal” por parte de otro progenitor.
De esta forma, aunque el portador no presente síntomas, sus propios hijos sí que cuentan con riesgo de heredar dicha variante alélica, lo que les lleva a poder padecer esa enfermedad o rasgo que no se manifiesta en el portador.