La microscopía de fluorescencia es una técnica con un gran uso en la actualidad por parte de los especialistas en medicina y biología. Esta técnica permite observar tanto las estructuras de las células como los procesos celulares con una resolución muy alta. Algo que es de gran utilidad para los estudios e investigaciones científicas.
Para que la microscopía de fluorescencia cumpla con su cometido, lo que hace es iluminar la muestra que se desea analizar. La luz que se utiliza para ello es de una alta intensidad y, además, tiene una longitud de onda específica. Las moléculas de la muestra van a absorber esa luz y luego emitirla con una longitud de onda mucho más larga.
La ventaja de usar la microscopía de fluorescencia es que, aunque las moléculas sean pequeñas, se van a poder observar sin problemas gracias a la luz que van a emitir. Además, el gran detalle y calidad elevada con el que se pueden ver las células y sus procesos hacen que esta técnica sea muy interesante para los laboratorios.
Para poder analizar una muestra con esta técnica se necesita que un microscopio cuente con todos los siguientes elementos:
En definitiva, la microscopía de fluorescencia es una herramienta muy útil con la que poder realizar estudios inmunológicos, identificar moléculas en células y tejidos, o estudiar moléculas para saber si son normales o patológicas.