Se conoce como insulina a la hormona que el páncreas libera ante la presencia de glucosa en la sangre. Una vez la insulina es liberada, la glucosa puede entrar en el interior de las células para convertirse en fuente de energía. Si, por el contrario, la insulina no realiza correctamente dicha función, la glucosa queda acumulada en la sangre y se produce lo que se conoce como hiperglucemia, es decir, unos niveles de azúcar en clase superiores a los debidos.
La insulina es una hormona polipeptídica compuesta por un total de 51 aminoácidos. Como hemos comentado previamente, la principal función de la insulina es la intervención para el aprovechamiento metabólico de algunos nutrientes como los glúcidos.