El insomnio crónico es una alteración del sueño que actúa en la conciliación del mismo o que dificulta el mantener el sueño por periodos de tiempo prolongados. Por ello, es bastante frecuente que el insomnio crónico haga que te despiertes con facilidad, que no puedas volver a dormir o que te despiertes demasiado pronto y sin necesidad de despertador.
Estas alteraciones del ciclo del sueño pueden perjudicar en los niveles de energía de la persona que lo padece, en su estado de ánimo y en el cansancio que experimenta durante el día. Por ello, períodos de insomnio continuados pueden afectar gravemente a la salud general de la persona, a su calidad de vida y al desempeño de sus funciones.
La diferencia del insomnio crónico con el insomnio general es principalmente los tiempos: mientras que el insomnio a corto plazo sucede durante algunos días o semanas; el insomnio crónico es a largo plazo y, por ello, puede padecer durante más de un mes. En cuanto a las causas, en ocasiones el insomnio crónico aparece como problema principal, es decir, sin ser consecuencia de otra enfermedad. Sin embargo, otras veces está estrechamente asociado y relacionado con la toma de ciertos medicamentos o con algunas patologías como el estrés o afecciones como el estrés, malos hábitos de vida, cambios horarios, exceso de comida durante la cena, consumo excesivo de cafeína, por diabetes, asma, o por otros trastornos relacionados con el sueño o con la salud mental.
Los síntomas suelen ser claros: dificultad para conciliar el sueño, despertarse durante la noche o antes de tiempo, irritabilidad, ansiedad, cansancio, somnolencia durante el día, preocupación constante por el sueño, falta de atención o concentración. Contamos con estudios de alteraciones del sueño que pueden ayudar a aquellas personas que presentan estos patrones irregulares del sueño.
Además, el insomnio crónico puede estar asociado con enfermedades o con el uso de determinados fármacos. El tratamiento de la enfermedad puede ayudar a mejorar el sueño, pero el insomnio puede persistir después de la mejoría de dicha enfermedad.