Una infección es un proceso en el que bacterias, virus, hongos o parásitos entran en el cuerpo y se multiplican generando una serie de reacciones, producto de la respuesta del sistema inmunológico ante estos patógenos. Estos microorganismos pueden afectar a los tejidos y a los órganos, provocando que se manifiesten una serie de síntomas y signos que alertarán de que se está produciendo una infección.
Las infecciones pueden ser:
Cuando se produce una infección, el sistema inmune responde con fiebre, inflamación, enrojecimiento de la zona afectada, dolor y malestar. El tratamiento puede ser sintomático en el caso de que la infección la haya provocado un virus, pero también puede incluir antibióticos o antifúngicos en aquellas situaciones en las que sean las bacterias o los hongos los principales responsables.
Además de esto, se recomienda descanso e hidratación para favorecer la recuperación. Lavarse las manos con regularidad, vacunarse o evitar el contacto con personas enfermas son algunos consejos para evitar las infecciones.