herpes genital

¿Cómo es un herpes genital?

El herpes genital es una infección provocada por un virus y se trasmite a través del sexo. Contrariamente al herpes que puede aparecer en los labios, en este caso la única vía de transmisión es por haber mantenido relaciones con una persona infectada. Además, aunque suele afectar a los genitales, en ocasiones también provoca síntomas en la zona anal, alrededor de la boca o los labios, si se ha mantenido sexo anal y oral. 

Los síntomas del herpes genital son muy incómodos y dolorosos:

• Aparecen ampollas en los genitales.
• Surge picazón y hormigueo en la zona.
• Las ampollas se vuelven úlceras.

Cuando se diagnostica el herpes genital, el paciente debe saber que las lesiones reaparecerán periódicamente en forma de brotes, y que su frecuencia puede variar. La mayor preocupación que suele generar es el contagio a otras parejas sexuales, por lo que conviene tomar medidas de prevención, como el uso del preservativo.

Aunque se suele recomendar la ausencia de relaciones sexuales durante un brote, ya que el contacto de la piel con una úlcera del herpes genital puede provocar el contagio, hay situaciones en las que el hecho de que no haya síntomas visibles no es una garantía de que no se vaya a producir la infección. Por lo tanto, conviene tener precaución. 

En la actualidad, no hay una cura definitiva para el herpes genital, pero sí medicamentos y tratamientos que reducen sus síntomas e incluso reducen la frecuencia de los brotes. Además, como el herpes genital puede favorecer el contagio de otras enfermedades (como puede ser la clamidia, gonorrea, etc.) conviene seguir las indicaciones que recomiende el médico para prevenir nuevos contagios que afecten a la salud.