CMH son la siglas con las que se conoce al Complejo Mayor de Histocompatibilidad, también conocido como CPH (Complejo Principal de Histocompatibilidad) o por sus siglas en inglés MHC (Major Histocompatibility Complex).
El CMH es el producto obtenido de un conjunto de genes encargados de que los linfocitos detecten elementos extraños o que rechacen, por ejemplo, tejidos trasplantados. Por lo tanto, las moléculas del CMH, mediante la presentación del antígeno a los linfocitos T, cumplen con una función imprescindible en la inducción de la respuesta inmune específica. Por lo general y bajo condiciones normales, las moléculas del CMH se unen a elementos propios para llegar hasta la membrana celular y no provocar así la activación de los linfocitos T cuando son presentadas ante ellos. Sin embargo, cuando portan una partícula extraña en vez de una partícula propia, la célula T se activa y se produce una respuesta inmediata.
Además, es necesario tener en cuenta que el CMH es un tipo de gen que se encuentra en los vertebrados y que se ubica en el brazo corto del cromosoma 6 en humanos, es decir, en el cromosoma encargado de codificar las moléculas conocidas como antígenos de histocompatibilidad. Las moléculas del CMH son, por lo tanto, imprescindibles en la generación de la respuesta inmunitaria ya que permiten que el organismo distinga lo que es propio de lo que es extraño. Por otra parte, el CMH es considerado como la parte más variable del genoma humano ya que, además, contiene numerosos genes funcionales que se caracterizan por un elevado polimorfismo.