Una cepa, en microbiología, es entendido como un conjunto de microorganismos pertenecientes a una misma especie y que provienen de una única célula o muestra en particular. Las cepas, además, pueden ser multiplicadas y expandidas clonalmente dependiendo del interés en su conservación.
Las cepas se pueden agrupar según sus características comunes:
Una variante es una mutación que ocurre en el virus después de un tiempo. De hecho, la mutación es una característica fundamental del virus. Eso provoca que haya algunos cambios “en la manera en cómo el virus se manifiesta, interactúa o se reproduce”, y por eso se habla de la aparición de nuevas cepas.
Cuando un virus afecta a una persona, la cepa tiene la oportunidad de crecer y replicar su genoma de manera natural, es decir, de producir mutaciones y evolucionar a un nuevo tipo de cepa o virus. Esta es la explicación por la que el Covid-19 ha ido variando en forma y virulencia con el paso del tiempo. Al igual que sucede con otros tipos de virus, a pesar de que las características base permanecen intactas, los rasgos de un patógeno pueden variar y mutar. Si esto sucede, las mutaciones de una cepa pueden dar lugar a la aparición de diferencias considerables en estructura y en efectos provocados en aquellas personas que lo padecen.
La aparición de nuevas cepas con la propagación del coronavirus conlleva nuevas dificultades e incertidumbres en la lucha contra la pandemia. Todavía no hay datos reales pero se espera y parece que las vacunas realizadas hasta el momento son efectivas para hacer frente a las variantes.