Las células beta del páncreas son endocrinas y su función es producir insulina, la hormona encargada de regular los niveles de glucosa en sangre. Estas son esenciales para el organismo y la salud humana, pues si mueren o se dañan por algún motivo pueden derivar en enfermedades como la diabetes. Según la FID, hasta 537 millones de adultos la padecen en todo el mundo y en España, desde 2019, se ha incrementado en un 42%.
Lo que hacen las células beta del páncreas es detectar los cambios en los niveles de glucosa en sangre para segregar la cantidad de insulina idónea. Si están altos, se aumentará la producción de insulina, mientras que sucederá todo lo contrario si la glucosa en sangre está en valores más bajos, menos de 50 mg/dl.
A pesar de que a estas células se las conoce por producir insulina, también son las responsables de segregar otras hormonas. Algunas de ellas son la amilina y el péptido C que, igualmente, contribuyen a regular los niveles de glucosa.
La disfunción en las células beta del páncreas pueden deberse a varios factores. La obesidad y el sedentarismo pueden acabar dañándolas y generando su posterior muerte. Esto puede derivar en un nivel insuficiente de insulina que termina provocando una hiperglucemia que, con el paso del tiempo, ayudará a desarrollar una diabetes. Para evitar sendos casos, puede realizarse un test de predisposición a la hiperglucemia y la diabetes.