¿Qué es la rinitis alérgica? Descubre cómo puedes prevenirla

¿Qué es la rinitis alérgica? Descubre cómo puedes prevenirla

La rinitis alérgica es básicamente una respuesta excesiva del sistema inmunológico al verse expuesto a un alérgeno. A continuación, resolvemos todas tus dudas. Share on X

De acuerdo con la World Allergy Organization, la rinitis se ha convertido en uno de los problemas crónicos más conocidos por los que las personas buscan atención médica para recibir una evaluación.

La rinitis alérgica afecta a entre el 20 % y el 25 % de personas, y tiene, además, una especial incidencia (más del 40 %) en los niños de tres a cinco años.

Sus síntomas son parecidos a los de otras enfermedades, por lo que obtener un diagnóstico correcto puede ser difícil. La rinitis alérgica se puede confundir con otros problemas de salud, como la sinusitis, la poliposis nasal, la otitis o el asma bronquial.

Como su nombre sugiere, el origen de la rinitis alérgica son los alérgenos, que pueden variar según la persona. Los más comunes son: el polen, los anexos dérmicos de animales, los ácaros y los hongos, entre otros. Obtén más información sobre la rinitis alérgica.1

Rinitis alérgica: todo lo que tienes que saber

Ahora ya sabemos que la rinitis alérgica es un problema que no suele diagnosticarse ni tratarse adecuadamente, ya que sus síntomas se pueden confundir con los de otras enfermedades.

Por eso, es importante que obtengas más información sobre este problema y cómo puedes controlar su sintomatología para prevenirlo.

Causas

Algunos factores de riesgo pueden aumentar la posibilidad de desarrollar una rinitis alérgica. Estos son algunos de ellos:

  • Historial familiar de rinitis alérgica
  • Exposición a alérgenos, como el pelo de animal, los ácaros o el humo
  • Enfermedades alérgicas
  • Asma
  • Dermatitis atópica

 

Síntomas

Cada vez que una persona que ya ha sido diagnosticada de rinitis alérgica se expone a uno o más agentes alérgenos, el sistema inmunológico reacciona y como resultado se provoca una inflamación de la mucosa nasal.

Esta inflamación puede ser esporádica o recurrente y puede tener una duración y una intensidad variables, en función de si el alérgeno es estacional o no lo es, como sucede con el polen, por ejemplo.

En consecuencia, la condición clínica puede manifestarse con los siguientes síntomas:

  • Descarga nasal clara
  • Picor de nariz, garganta, oídos y ojos
  • Estornudos frecuentes
  • Obstrucción nasal y congestión
  • Dolor de cabeza
  • Tos
  • Bolsas de ojos
  • Pérdida parcial del olfato

A parte de la sintomatología descrita, la rinitis alérgica puede tener otras consecuencias, como conjuntivitis, asma, otitis o sinusitis.

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Cuadro clínico de la rinitis alérgica

Las condiciones clínicas de la rinitis alérgica pueden variar en función de los síntomas y la interferencia que se presentan en el día a día de la persona afectada.

Así, estas condiciones clínicas pueden clasificarse de leves a graves, teniendo en cuenta las consecuencias que conllevan en la vida de las personas diagnosticadas.4

  • Condiciones clínicas leves de la rinitis alérgica: síntomas tolerables y poco molestos que no interrumpen el sueño, ni las actividades diarias.
  • Condiciones clínicas moderadas y graves de la rinitis alérgica: síntomas molestos que pueden afectar al sueño y el rendimiento en las actividades diarias, según cada persona. En algunos casos, las consecuencias pueden traducirse en irritabilidad, problemas de memoria, fatiga, somnolencia diurna, ansiedad, depresión y problemas de aprendizaje, productividad, comportamiento y atención, y pueden afectar al rendimiento profesional o académico.

Diagnóstico y tratamiento

Para diagnosticar correctamente la rinitis alérgica, en la consulta médica deben tener en cuenta el historial clínico del paciente, concretamente en lo relativo a enfermedades alérgicas, y toda la sintomatología presentada durante la evaluación.

Además, se pueden realizar pruebas de alergia cutánea, así como análisis de sangre para obtener algunos marcadores que pueden ayudar a identificar si hay algún alérgeno en el origen de los síntomas presentados.

La rinitis alérgica no tiene cura, pero es posible controlar sus síntomas y evitar que se produzcan episodios. Para ello, una de las muchas cosas que se pueden hacer es limpiar el interior de la nariz con una solución salina o un espray nasal.

Además, también se debe evitar en la medida de lo posible entrar en contacto con los agentes alérgenos, responsables de provocar los episodios de rinitis alérgica. En cuanto al enfoque terapéutico, suele incluir:

  • Antiinflamatorios (como los corticosteroides y los antileucotrienos intranasales)
  • Antihistamínicos (orales o tópicos)
  • Vacunas de la alergia (inmunoterapia)
  • Descongestionantes

Cómo prevenir los episodios de rinitis alérgica

A parte de los que se prescriban en la consulta médica, se pueden adoptar algunas directrices para evitar tener episodios de rinitis alérgica.

Estas directrices pueden variar en función del alérgeno disruptivo que causa estos episodios. Sin embargo, hay una recomendación bastante común y conocida, que es evitar, en la medida de lo posible, entrar en contacto con el alérgeno desencadenante de estos episodios.

Por ello, si el alérgeno es el ácaro del polvo, se aconseja mantener la casa ordenada, aspirada y ventilada; intentar retirar los objetos o muebles propensos al desarrollo del polvo, como alfombras, peluches o incluso libros; y lavar las sábanas a una temperatura de 60 ºC.

Si el alérgeno es el polen, se debe evitar salir a la calle cuando los niveles de polen sean muy elevados o, si no se puede evitar, protegerse con una mascarilla y gafas de sol.

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