El embarazo es hermoso; sin embargo, durante el auge de la COVID-19, también era una experiencia aterradora debido a la incertidumbre y a los riesgos para la salud de los padres y, a su vez, del feto. Share on X
Estar embarazada suele ser una ocasión de alegría; sin embargo, cuando surgió la COVID-19, la experiencia se vio empañada, ya que existía un miedo y una vulnerabilidad relacionados con los padres, puesto que el virus conllevaba un alto riesgo para las embarazadas. Afortunadamente, ahora que estamos en transición hacia una nueva normalidad con vacunaciones y protocolos probados, los inconvenientes anteriores asociados al embarazo durante el apogeo de la COVID son ahora asumibles.
Por lo tanto, aunque debe considerarse, la enfermedad del COVID no debe tomarse como una razón para no seguir esta opción si se desea.
El embarazo durante el aumento de la COVID-19
Reconocer las precauciones que reducen el riesgo de contraer COVID permite una mayor probabilidad de seguridad. Como ha declarado el NHS, corres un mayor riesgo de enfermar gravemente de COVID-19 si estás embarazada, especialmente si estás embarazada de más de 28 semanas (en el tercer trimestre).
La COVID cambió todas las facetas de la experiencia del embarazo para todos los implicados. Por ejemplo, la función del proceso con un aumento de los partos en casa, estar sin pareja o ser querido para los procedimientos o las citas, dar a luz con mascarilla y contacto mínimo hasta utilizar la fórmula por miedo a que la COVID se transmita a través de la leche materna.
Sin embargo, la función del proceso y los cambios en el procedimiento no fueron los únicos efectos que experimentaron las personas durante el embarazo. Hubo un impacto muy negativo en la salud mental, en algunos casos en grado grave, que puede haber aumentado la probabilidad de depresión posparto.
No es un defecto de carácter ni una debilidad. A veces es simplemente una complicación propia del parto. Si tienes depresión posparto, un tratamiento rápido puede ayudarte a controlar los síntomas y a establecer un vínculo con tu bebé.
El miedo al embarazo y la preocupación conectiva por las complicaciones son razones justificadas para posponer esta decisión, sobre todo durante el pico de la pandemia, pero quizás ahora sea el momento de reavivar este sueño.
Aunque se trata de una decisión que requiere reflexión y consideración de todos los aspectos de tu vida. Este informe pretende asegurarte que puedes quedarte embarazada o, si ya lo estás, que la experiencia no tiene por qué ser temida como lo fue en su día, cuando empezó la pandemia.
Hacia adelante
La pandemia de la COVID-19 fue una época agotadora para todos los afectados y requirió un cambio de infraestructura en el ámbito médico para adaptarse y superar la limitación del virus; durante ese proceso, se pusieron en marcha estrategias y protocolos para ajustarse a la nueva situación en interés de los pacientes y de los profesionales sanitarios.
Si te encuentras en la tesitura de buscar un embarazo, ya sea de forma natural o mediante diversas opciones de fecundación in vitro, si te preocupa o dudas sobre el sistema y el apoyo debido a la pandemia, es comprensible, pero sé consciente de que recibirás la atención y el apoyo que necesites.
El virus es una consideración, no una exclusión; sin embargo, si tienes problemas de salud preexistentes o efectos de la COVID de larga duración, consulta a un profesional sanitario para seguir el mejor curso de acción para ti. Tener un bebé es un acontecimiento que cambia la vida y puede desencadenar muchas emociones diferentes (y poderosas).
La vida vuelve lentamente a «una nueva normalidad». Así que si estás persiguiendo la idea de tener hijos o ya estás embarazada y buscas algo de claridad, debes saber que puedes hacerlo con seguridad y que tienes opciones y apoyo a tu disposición cuando busques un embarazo. Llevar un estilo de vida saludable, comer correctamente, beber la cantidad recomendada de agua y hacer ejercicio al nivel recomendado. Además, así podrás mantener tu cuerpo y tu mente sanos y fuertes durante este proceso.
También es importante mencionar que las mujeres negras e hispanas embarazadas tienen más probabilidades de infectarse con el virus. Las mujeres embarazadas con otras afecciones médicas, como diabetes, podrían tener un riesgo aún mayor de enfermedad grave debido a la COVID-19.
Así que asegúrate de estar a salvo y tomar precauciones cuando interactúes con extraños o con grandes multitudes de personas—haberse vacunado y recibido refuerzos inmunológicos antes del embarazo es una ventaja para reducir el riesgo potencial de efectos secundarios graves si contraes el virus.
Aunque hay aspectos que debes tener en cuenta cuando te plantees la idea o si ya estás embarazada. Recuerda que no estás sola, y que podrás obtener el apoyo que necesites, ya sea de profesionales médicos o de amigos y familiares.