La anemia durante el embarazo es un problema relativamente común, pero requiere ciertos cuidados y control para evitar complicaciones. Sigue leyendo para obtener más información. Share on X
La anemia durante el embarazo es un problema de salud pública mundial, que afecta a más de una cuarta parte de la población femenina en el mundo.
La anemia engloba los cambios hematológicos y fisiológicos del embarazo, momento en el que se produce una disminución fisiológica de los valores de hemoglobina y hematocrito, correlacionada con un aumento del aporte de hierro, especialmente en el segundo y el tercer trimestre. Estos cambios inducen el correcto desarrollo del bebé.
Las personas embarazadas con anemia no tienen un índice eritrocitario suficiente en su torrente sanguíneo que garantice la transferencia necesaria de oxígeno a los tejidos y órganos de su cuerpo y al propio bebé. Y eso puede causar daños en el desarrollo del feto.
La anemia durante el embarazo es un problema relativamente frecuente, ya que el cuerpo se ve forzado a producir más sangre para garantizar el correcto desarrollo del bebé. De este modo, si el aporte de hierro y otros nutrientes es insuficiente, es probable que se produzca un cuadro clínico de anemia.
Sin embargo, si se trata a tiempo, la anemia diagnosticada durante el embarazo no suele presentar riesgos para la gestante ni para el bebé. Por otro lado, si este problema no se detecta o no se atiende, puede tener como consecuencia un parto prematuro y una limitación en el crecimiento del feto; la muerte de la gestante; o un bajo peso del recién nacido.
Tipos de anemia durante el embarazo
Al contrario de lo que mucha gente podría pensar, hay varios tipos de anemia, y no todos están relacionados con la falta de hierro.
Descubre algunos de los tipos de anemia durante el embarazo más frecuentes.
Anemia por déficit de hierro
Este es, sin duda, el tipo de anemia más predominante, ya que se da en alrededor el 15 % de los embarazos. Se conoce esencialmente como una deficiencia de hierro, el mineral responsable de la producción de eritrocitos, necesarios para el transporte de oxígeno por todo el cuerpo.
El déficit de hierro cubre la ausencia de reservas de hierro, con una hemoglobina normal hasta la deficiencia de hierro. Esta condición aumenta el riesgo de transfusión periparto, preeclampsia, desprendimiento prematuro de la placenta, insuficiencia cardíaca e incluso la muerte.
Anemia megaloblástica
Este es el segundo tipo de anemia durante el embarazo más común. La carencia de ácido fólico y de vitamina B12 (cobalamina) es el resultado de una dieta inadecuada y también de una mala absorción de los nutrientes por parte del organismo.
Anemia causada por déficit de ácido fólico
El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, actúa como coenzima necesaria para el proceso de generación de ADN y ARN y tiene su función en la división celular. Además, es esencial para el desarrollo de los glóbulos rojos.
El déficit de folatos puede generar defectos en el desarrollo del feto y de su tubo neural, una estructura embrionaria que posteriormente originará la médula espinal, las vértebras, las meninges, el cerebro y el cráneo.
El defecto observado en el tubo neural puede provocar anencefalia (ausencia parcial del cerebro y de la bóveda craneal) y espina bífida (defecto congénito en la médula ósea, que permitiría la protección externa de la médula espinal). De este modo, quienes planean iniciar esta etapa deben comenzar una suplementación antes de concebir y mantenerla durante todo el embarazo. La dosis recomendada es individualizada y depende de cada paciente.
Por eso, durante el embarazo, se debe aumentar el consumo de alimentos enriquecidos, como cereales, verduras, plátanos, melón y legumbres, además de tomar un suplemento de ácido fólico.
Anemia causada por falta de vitamina B12
Otra vitamina presente en la generación de eritrocitos es la vitamina B12. El déficit de esta vitamina puede estar relacionado con un aporte insuficiente a través de la alimentación durante el embarazo; ya sea por un mal procesamiento de la vitamina a través del cuerpo o por una dieta vegetariana.
La carne, las aves de corral, los productos lácteos y los huevos son los alimentos más ricos en vitamina B12. La falta de esta vitamina puede provocar problemas neurológicos, como por ejemplo déficits de memoria y trastornos cognitivos.
Causas y factores de riesgo de la anemia durante el embarazo
Como hemos descrito, la anemia durante el embarazo se debe, principalmente, al déficit de hierro, ácido fólico y vitamina B12.
La explicación radica en que se necesita más hierro y ácido fólico, ya que se produce una expansión del volumen plasmático y una mayor cantidad de eritrocitos, lo que provoca una disminución de los niveles de hemoglobina, principalmente durante el segundo y tercer trimestre de gestación.
De acuerdo con las observaciones de la American Society of Hematology, hay un mayor riesgo de padecer anemia en sus embarazos si se tiene:
- Embazados muy cercanos y consecutivos.
- Gestaciones múltiples.
- Embarazos adolescentes.
- Anemia, antes de concebir.
- Una dieta baja en hierro (como se observa en las dietas vegetarianas).
- Problemas de absorción de hierro.
- Demasiados vómitos, debido a las náuseas.
- Úlceras y pólipos.
Síntomas de la anemia durante el embarazo a los que debes prestar atención
En una etapa temprana, la anemia puede ser asintomática. Sin embargo, con el tiempo y la evolución del embarazo, normalmente manifiesta:
- Debilidad o cansancio.
- Mareo.
- Dificultad respiratoria.
- Pulso rápido e irregular.
- Dolor en el pecho.
- Piel, labios y uñas pálidas.
- Manos y pies fríos.
- Dificultad para concentrarse-
Posibles consecuencias
La anemia durante el embarazo puede tener algunas consecuencias:
Posibles consecuencias de la anemia por déficit de hierro
- Necesidad de una transfusión de sangre durante el parto.
- Depresión posparto.
- Recién nacido prematuro, con bajo peso al nacer o anemia.
- Retrasos en el desarrollo del bebé.
Posibles consecuencias de la anemia por déficit de ácido fólico
- Recién nacido prematuro.
- Recién nacido con bajo peso.
- Problemas de desarrollo del cerebro y del tubo neural.
Posibles consecuencias de la anemia por déficit de vitamina B12
- Problemas neurológicos.
Anemia durante el embarazo: ¿cómo cuidarse?
Para controlar el riesgo de desarrollar anemia durante el embarazo, es fundamental realizarse pruebas de detección.
Por lo tanto, en la primera cita prenatal ya se debe pedir un análisis de sangre, que permitirá evaluar si hay o no anemia. Este es el caso de las pruebas que miden los niveles de:
- Hemoglobina
- Hematocritos (porcentaje de eritrocitos)
- Ferritina (suministro de hierro)
Unos niveles bajos de hemoglobina o hematocritos pueden ser indicativos de anemia por déficit de hierro. Si el diagnóstico se confirma, hay que controlar la evolución de la anemia en el embarazo, mediante la repetición de los análisis de sangre.
Tratamiento
Para tratar la anemia durante el embarazo, recomendamos llevar una dieta rica en hierro y ácido fólico, que incluya alimentos como carne, huevos, productos lácteos, verduras, cereales y frutos secos.
Además, hay otras fuentes, como los suplementos de hierro y ácido fólico o vitamina B12. En ese caso, la dosis se debe adecuar a las necesidades de cada paciente y la gravedad del déficit en cuestión.
En situaciones más complejas, puede ser necesario un control por parte de un especialista en hematología o inmunoterapia.
¿Cómo prevenir la anemia durante el embarazo?
Es posible tratar y evitar la anemia durante el embarazo, principalmente mediante la nutrición y, a la larga, con suplementos.
Los alimentos que a los que se da prioridad pueden variar en función de los nutrientes que se obtengan de ellos.
Anemia por déficit de hierro
La forma más eficaz de evitar tener anemia por déficit de hierro es garantizar un aporte de hierro adecuado mediante la alimentación. Para ello, se deben incluir en la dieta alimentos ricos en hierro, de manera que se puedan ingerir diariamente alrededor de 30 mg de este mineral.
Algunos de los alimentos a los que hay que dar preferencia son:
- Carnes rojas magras y aves de corral.
- Pescado.
- Huevos.
- Legumbres, espinacas, brócoli y col.
- Cereales y granos, especialmente si son ricos en hierro.
- Judías, lentejas y tofu.
- Frutos secos y semillas.
También se pueden incluir alimentos ricos en vitamina C y se deben combinar con alimentos ricos en hierro ya que juntos favorecen la absorción del hierro.
Aquí tienes algunos ejemplos de alimentos ricos en vitamina C:
- Cítricos.
- Fresas.
- Zumo de fresas.
- Kiwis.
- Tomates.
Anemia causada por déficit de ácido fólico
En los casos en que la anemia esté causada por un déficit de ácido fólico, se debe dar prioridad a alimentos como los siguientes:
- Verduras.
- Cítricos.
- Judías.
- Pan y cereales enriquecidos.
En todos estos casos, incluso en aquellos en los que también hay un déficit de vitamina B12 (observado normalmente en quienes siguen dietas vegetarianas), puede que sea necesario tomar suplementos de hierro, ácido fólico o vitamina B12 durante el embarazo y la lactancia.
De todos modos, esta suplementación se debe regir siempre por las instrucciones de tu especialista. Después del parto, normalmente hay una recuperación completa de la anemia. Sin embargo, esta recuperación se debe supervisar debidamente, mediante pruebas y análisis de sangre rutinarios.
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